"No hables a menos que puedas mejorar el silencio."
Jorge Luis Borges (1899-1986) escritor argentino.
A veces lo mejor es no decir nada. Otras veces, hay que decir algo. Y en general, saber distinguir si es momento de hablar o callar requiere, en primer lugar, de poder hacer silencio interior aunque sea por unos segundos. Luego intentar responder, en lugar de reaccionar.
Dainin Katagiri Roshi (1928–1990), Maestro Zen reconocido por su influencia en el desarrollo del Zen en occidente, escribió un libro titulado «Retornar al Silencio». Pocos años después, publicó otro libro cuyo título es «Debes Decir Algo». El silencio puede ser un mensaje contundente. Decir algo, puede en ocasiones ser fundamental. ¿Retornamos al silencio o decimos algo?
Una de las maneras de discernir si es mejor hablar o callar, es utilizar las «Cinco Claves del Habla Correcta». Estas preguntas, simples pero profundas, nos permiten cuestionar con honestidad el mensaje y nuestra intención. Antes de decir algo, pregúntate:
¿Es éste el momento correcto para decirlo?
¿Tengo seguridad de que lo que voy a decir es cierto?
¿Puedo decirlo con respeto, afectuosamente?
¿Lo que voy a decir, es beneficioso?
¿Mi intención al decirlo, es buena?
Si puedes contestar afirmativamente a todas las preguntas, quizá sea el momento de decir algo. Si tienes dudas sobre alguna de ellas, fíjate qué es lo que ocurre con respecto a tu mensaje y su intención. Es posible que debas modificar lo que quieres decir, o que debas revisar el por qué quieres decirlo. Quizá por el momento lo mejor sea simplemente… callar.
«Decir algo» no solamente se refiere al habla, y cualquier manera de expresión es una forma de hacerlo. Por ejemplo, ¿Puedes utilizar las “Cinco Claves del Habla Correcta” la próxima vez que generes, compartas contenidos, o expreses tu opinión en las redes sociales? ¿La próxima vez que escribas un correo electrónico? La intención y el mensaje pueden darse de muchas maneras, a veces sólo basta un gesto.
El mundo y sociedad en la que vivimos hoy se tornan más y más complejos. El sufrimiento que genera la codicia, el odio y la ignorancia es cada vez más palpable y evidente. Mira a tu alrededor, reflexiona, y decide si decir o hacer algo es la respuesta apropiada en cada caso. Y si callas, que no sea por miedo, vergüenza, desinterés, timidez u opresión.
Comparte este texto por WhatsApp